Quizás solo se trata de la distracción. De la tuya, de la del bebé, de la de todo el mundo. Pensar en otras cosas. Dejar de pensar en todas las cosas malas que podrían pasar. No porque no puedan pasar sino porque esa es la única forma de calmarse. Por Meaghan O'Connell
Etiqueta: And now we have everything
Salvavidas literarios para el puerperio
Algunos ejemplos del arma de construcción política que pone afuera todo eso que pasa puertas -y cuerpos- adentro, para meterse en la pileta de la maternidad un poco más preparadas (o ejercitar la empatía con quienes decidieron ser -o no ser- madres).
«Abrí mi laptop y al instante me sentí una genia. Escribir era mucho más fácil que cuidar un bebé. Escribir era algo que yo ya sabía hacer, técnicamente. Y la vida de nadie dependía de eso. Además ya no tenía tiempo para procrastinar ni para paralizarme pensando todo dos veces. Me había dado miedo de…