Hija del derrumbe
Por Melody Goñi*
I
No soy ni seré
hogar de células,
llanto y jugo caliente.
De mi lengua
recorro solo cuerpos ya gestados.
Escribo poemas,
porque ellos no me dicen
mala madre.
II
Quiero que entiendas
alguna vez este pecho caído derramó alimento
como cascada
Con la piel cubierta de estrías.
Un cuerpo atropellado por tus manos
dientes brotando, carne y encías al rojo vivo
Quiero que entiendas
Siento nostalgia de toda la sangre perdida
Ya no me lanzo al fuego
Alguna vez esta cara tuvo tu mirada
Yo también quise arrancarte la lengua
Yo también regalé mis besos, mi sexo, mi alma.
Quiero que entiendas
Te veo repetir el tiempo
Yo también vi a mi padre callar y caer en la tierra
Yo también quise saltar al vacío creyéndome gaviota
Quiero que entiendas
Todas lloramos a nuestras hijas
Y parimos a nuestras madres.
III
¿Y ahora qué tenemos?
Libertad,
Pero a qué costo,
A morir solas, con la piel seca.
Yo lavándote el pelo,
Vos cosiendo mis medias.
Nosotras bebiendo en la noche,
Nosotras viviendo en la noche,
Mirándonos,
como dos perras castradas,
Solo observarse, hasta que ardan las pupilas,
Esconderse en el refugio,
Un mantel corroído por el tiempo.
Sin hombres, sin padres,
Vaciándonos por un hueco
Que no logramos localizar.
Mamá, ahora somos libres
Sí, hija,
Pero a qué costo.
*Melody Abril Goñi. Leo mucho, escribo y tomo vino (a veces todas juntas). Soy profe de boxeo. Estudié Artes. Me permito llorar en colectivos.
**Collage por Sarah Wickings
**** Este texto forma parte de los encuentros de El silencio de las madres.