Madre feminista
Por Bárbara Duhau*
No se te nota que sos madre
me dijo una amiga
de la militancia feminista
como un halago
yo luchaba
para que no
se me vieran
las costuras
de mis ganas
de quedarme
me partí
en muchos
pedazos
que quedaron
flotando
en la galaxia
de mi maternidad
algunas astillas
todavía
las tengo adentro
clavadas
como la kriptonita
otras
se fueron desgastando
a fuerza
de sobrevivir
pero ese año
mi primer
año
de madre
estuve menos
en mi casa
que los anteriores
tanto miedo
me daba
quedar atrapada
en la red
feroz
de lo doméstico
tantos años
militando
la arena
pública
para las mujeres
todas las mujeres
¿para las madres?
también
teníamos
que estar ahí
afuera de todo
solas juntas
estar presa
era estar
bajo techo
con el llanto
del bebé
mi soledad
de adulta
el ruido
tan intenso
de mi propia maquinaria
partición
dentición
agridulce
agónica
la madre
que quiere
estar
pero no puede
que quiere dejar
de sentirse
un animal
que necesita
volver
a sentirse humana
me perdí
y nunca encontré
a aquella
que salía
con leche
en el corpiño
una madre
a la que
no se le notaba
que era madre
un día
mucho tiempo después
mirando a mi hija
a la distancia
me vi esclava
en realidad
de las fauces
de la acción
salida
de un cuento
de hadas
verdes
que crian
y crean
en universos
separados
¿cuánto tiempo
pasé
a mitad
de color?
no supe
no entendí
me quedé con
el discurso
me desarmé
en la vida
real
en el shock
cáustico
del presente
el reverso
de maternar
¿es la libertad?
no exijo
un mundo
con líneas claras
esto va acá
esto allá
una madre es así
o asá
pero ¿cuánto más
amable
sería
todo
sin la flecha
filosa
del mandato?
si no hubiera tenido
que elegir
entre el óleo
calcáreo y
la libertad
propia
la vida propia
por fuera
de la exigencia
de todos
mis planetas
orbitando
qué poco
sexy
ser madre
¿no?
poco cool
pero mainstream
a morir
y matar
un día seré
la madre
que quiero ser
ahora me sale
ser ésta
fragmentada
bomba
molotov
que estalla
en cristales
de md
y caramelos
ácidos
de dónde vienen
las madres
me pregunto
a veces
debe ser
del paìs
de la duda
infinita
y el terremoto
cósmico
de nunca saber
qué está bien
la culpa astillada
cada vez más
rota
y pateada
ahí abajo
sin recursos
hagamos más
el amor
hoy se me nota
que soy madre
aunque no sepa
qué quiero que se note
y qué no
ya no es un halago
no parecer
no aparentar
es mejor
ser
la madre
que puedo
ser
*Bárbara Duhau. Madre lectora. Estratega creativa. Está aprendiendo a jugar.
Este poema forma parte de su próximo libro.
**Ilustración de Anne Portelli