Los días se suceden de una manera tan vertiginosa como nebulosa. Miro hacia atrás en mi mente y lo primero que encuentro es el parto. El resto es de un material parecido a los sueños. No hay cortes porque no hay sueños largos, no hay días ni noches sino una sucesión de horas, de tetas, de llantos, de cólicos, de baños, de demandas. Anoche dije pido y me encerré en el cuarto. Necesitaba un tiempo para mí. Hace casi cuatro meses que no duermo de corrido, que no hago nada en serio o seriamente para mí.
Necesito tiempo sola, necesito que los días se vuelvan días y las noches noches, necesito no sentir esta demanda tan clavada en cuerpo, necesito comprender que esto que hago es trabajo, que esto que hago es hacer algo, que esto que pienso y creo y recuerdo todos los días no es un invento de mi mente sino mi cuerpo actuando. Necesito volver a sentirme humana sin perder este cuerpo activo y tan animal.
🎡
Este es un fragmento de Vida Propia, el diario en edición sobre la experiencia de convertirme en madre que comparto de a fragmentitos por acá.
El collage precioso lo hizo @alearregger 💙